Lacan para principiantes

de Darian Leader y Judith Groves

(ed. Era Naciente, Buenos Aires, 1996)

“Para principiantes” es una colección inglesa, traducida ahora al español, que presenta, lo más sencillamente posible, la vida y la obra de grandes pensadores contemporáneos. Darian Leader, psicoanalista inglés que vive actualmente en Londres, escribió el texto del libro dedicado a Lacan. El libro no es una exposición sistemática en prosa sino que se trata de una propuesta en la cual las ilustraciones y la historia desempeñan un papel importante: Judith Groves tuvo a su cargo el diseño gráfico y las ilustraciones.

Aunque el título y la presencia de dibujos podrían prestar a confusiones, este libro es algo más que introductorio: el estilo claro y conciso del autor permite aclarar puntos teóricos de extrema complejidad. Una dosis de humor -al mejor estilo inglés- añade un toque que captura al lector; de este modo, el libro se lee con gran interés.

Al comienzo, una advertencia es diseñada con el rostro de Lacan: “Ten cuidado con la imagen”. Las imágenes propuestas no intentan imaginarizar la teoría lacaniana; lejos de eso, se vuelven un suplemento que no opaca lo que dicen las palabras. El autor alerta al lector sobre la posición que orienta a este libro: no es un comic, y tampoco se trata de que la fascinación por la imagen desaliente el estudio riguroso; antes bien, puede tomarse como un libro de consulta planteado a nivel masivo.

La biografía de Lacan -tanto personal como institucional- se va enlazando, a través de las páginas, con su obra: sus comienzos como psiquiatra, su relación con el movimiento surrealista de la década del 20 y del 30, su vida amorosa.

Rápidamente nos vemos llevados a su teoría del estadio del espejo y a la constitución primordialmente alienada del yo. Los desarrollos sobre lo imaginario se cortocircuitan con el silencio, al que adhiere Lacan, de algunos intelectuales franceses durante la Segunda Guerra Mundial. Lacan nunca abandonará estas primeras formulaciones. El comienzo de su enseñanza, sin embargo, se sitúa en 1953 con la primacía de lo simbólico y su retorno a Freud.

En un interjuego del texto con las ilustraciones, algunas de ellas logran aclararlo en forma inesperada. Tal es el caso, por ejemplo, del apartado “Ideal del yo y yo ideal”. Un conductor circuta en su auto y detrás aparece un ojo que lo mira junto al siguiente texto: “Cuando conduces muy rápido, ¿quién crees que te mira?”. Logran así hacer ver la diferencia entre lo que el sujeto ve y el lugar desde donde se mira.

Este libro no se reduce a una presentación teórica. Frente a cada paso conceptual, Leader extrae sus consecuencias para la práctica analítica y la psicopatología examinada por Lacan (histeria, neurosis obsesiva y psicosis). El concepto de deseo, la oposición falo-castración, la metáfora paterna, son examinados a través de ejemplos clínicos, algunos de ellos extraídos del propio Lacan. Hasta una formulación tan compleja como los matemas incluidos en el grafo del deseo encuentra su correlato empírico que indica cuán próxima está la teoría lacaniana del discurso del paciente.

Sobre el final del libro, el autor aborda con extremada sencillez conceptos tales como el objeto a, la teoría de los goces, las fórmulas de la sexuación, el pase, la teoría de los nudos, y la formulación del sinthome desarrolla a partir del estudio sobre Joyce. También ellos tienen su correlato clínico.

El libro concluye con la “Disolución” de la Escuela freudiana de París por Lacan, y la creación de las escuelas que en el mundo entero conforman la actual Asociación Mundial de Psicoanálisis.

Resta al lector descubrir los apasionantes senderos a través de los cuales Darian Leader y Judith Groves logran trazar este recorrido.

* Publicado en El Caldero 43, Buenos Aires, 1996, pp. 78-79.