“Nota sobre la paranoia aguda”, por el Dr. Trénel

(Annales médico-psychologiques, 1910, p. 446-452)

Presentación por Silvia Elena Tendlarz

Presentación por Silvia Elena Tendlarz

A partir de la definición kraepeliniana de la paranoia (evolución continua con un sistema delirante durable e imposible de derrumbar), la cuestión que se plantea para Lacan es si pueden incluirse en ella los casos curables. Constata que Kraepelin, en su edición de 1915, admite los casos curables con la persistencia de una paranoia latente, pero que rechaza la autonomía de la paranoia aguda que queda ligada a las bouffées delirantes llamadas degeneradas.

En su tesis (1932), Lacan coincide con la crítica del psiquiatra Trénel a esta concepción. Años más tarde, en “Acerca de la causalidad psíquica” (1945) le rinde homenaje: “Clérambault fue mi único maestro en la observación de los enfermos, después del muy sutil y delicioso Trénel, a quien cometí el error de abandonar demasiado pronto para postularme en las esferas consagradas de la ignorancia docente”.

En el artículo que se publica continuación, Trénel retoma la problemática planteada en Francia por la teoría de Magnan que distingue únicamente el delirio sistematizado crónico, y que deja en la degeneración a todas las otras manifestaciones clínicas (agudas y curables). Critica esta concepción: se trata de una forma de delirio polimorfo, lo que permite diferenciarlo claramente de los delirios sistematizados. El caso clínico que presenta abre la discusión con respecto a la curación de estos enfermos.

Lacan lo retoma en su tesis cuando intenta mostrar que los desvíos hacia una forma residual, la atenuación, la adaptación, el desarme o la curación se incluyen en el cuadro de la paranoia. Su búsqueda apunta a establecer una estructura en la que puedan alojarse diferentes tipos clínicos en donde incluirá la “paranoia de autopunición” introducida por él en la psiquiatría.

Publicado en: El Caldero 72, como “Nota sobre el problema de la paranoia aguda” Buenos Aires 1999.