Los homicidios inmotivados

Presentación

“Y aun más lejos va Guiraud, menaniscista, cuando su artículo acerca de los homicidios inmotivados se afana en reconocer que lo que el alienado trata de alcanzar en el objeto al que golpea no es otra cosa que el kakon (mal, vicio, perversidad) de su propio ser.”
Lacan [1]

La psiquiatría francesa de los años ’20 que se ocupa de la criminología intenta distinguir los delirantes pasionales de los pasionales puros, es decir, de aquellos que presentan motivos que justifican sus crímenes. Guiraud se distancia de esta discusión y escribe una serie de artículos sobre la dinámica de los homicidios inmotivados.

El primero, “El homicidio inmotivado, reacción liberadora en los hebefrénicos”, es escrito en colaboración con Cailleux y publicado en los Annales médico-psychologiques en 1928. El siguiente (que publicamos a continuación), “Los homicidios inmotivados”, es publicado algunos años más tarde, en 1931, en la Evolution psychiatrique.

Lo que caracteriza estos dos artículos es que no se incluyen en la discusión en torno a la responsabilidad penal ni en la cuestión de la pena otorgada. Problemáticas privilegiadas en la relación de la jurisprudencia con la psiquiatría. El trabajo de Guiraud es contemporáneo a los esfuerzos de Alexander y Staub [2] y de Marie Bonaparte [3] por incluir el psicoanálisis en los análisis criminológicos.

Así Guiraud intenta aislar la psicogénesis de las bruscas reacciones antisociales frecuentemente observadas en la esquizofrenia. Plantea como causalidad de estas violencias aparentemente inmotivadas la liberación, la eliminación del kakon, es decir, del sentimiento desagradable que lo invade y que lo empuja a “liberarse”. El enfermo intenta entonces golpear la enfermedad objetivada.

Publicaremos a continuación una serie de artículos sobre esta temática. El primero es la traducción del artículo de Guiraud de 1931. El siguiente, “El enfermo, entre la justicia y la psiquiatría”, plantea las dificultades que produce la utilización del artículo 64 del código penal francés en el tratamiento posible del enfermo. El tercero, “Una agresión inmotivada”, retoma un caso clínico que permite analizar el pasaje al acto de un paciente psicótico. Estos dos últimos artículos ponen en evidencia la importancia de la subjetivación del enfermo-criminal de su propio acto. En un caso, se plantea la extrañeza del enfermo frente a su propio acto (en la forma de la amnesia) como efecto de una falta de enfrentamiento del enfermo con la justicia. En el otro caso, el arresto y la internación legal confrontan al enfermo a su propio acto, permitiendo una subjetivación delirante del mismo. El cuarto artículo, “Un niño mata a un niño”, trata el caso de un niño de trece años, atendido en España, que en un pasaje al acto homicida mata a puñaladas a un niño de su misma edad. En este caso lo que se pone en juego es la premeditación.

Presentamos aquí una serie de artículos que intentan moralizar la cuestión del pasaje al acto psicótico en su vertiente criminal.

Publicado en Malentendido 5, Buenos Aires, 1989, pp. 89-90.

NOTAS

  1. J. Lacan, “Acerca de la causalidad psíquica”, Suplemento de Escritos, Ed. Argot, España, 1984, p. 87.
  2. Lacan hace una mención especial de Alexander y Staub en “De nuestros Antecedentes” (Escritos) por su trabajo Le criminal et ses juges de 1928.
  3. Marie Bonaparte introduce en Francia en 1931 la utilización del psicoanálisis en el análisis criminológico a través de la publicación del caso de Madame Lefebvre.
  4. Véase el artículo “Acerca del kakon“, de S. Tendlarz, publicado en Malentendido Nº 3.