Estudios sobre lo real en Lacan

Es para mí un gusto presentar hoy ante ustedes el libro compilado por Jonathan Rotstein “Estudios sobre lo real en Lacan”.

Cuando Jonathan me invitó a participar de esta publicación no conocía muy bien quiénes escribirían en ese libro, pero sí sabía que se había producido la contingencia del encuentro entre un tema que estaba trabajando en ese momento, el amor y lo real, y la propuesta que acababa de recibir. A veces ocurre ese azar que calza el deseo del otro con el propio, y son ocasiones que sin duda no hay que dejar pasar.

Entusiasmada, me volqué a escribir mi artículo añadiendo un plus de saber a lo que conocía ya sobre el tema. Pero mi sorpresa fue aun mayor al recibir el libro terminado y leer su contenido. Como lectora me encontré con las múltiples maneras con que mis colegas y amigos abordaron el concepto de lo real en Lacan, desde lo más propio de la subjetividad hasta lo social.

El libro está dividido en tres apartados diferenciados que en sí mismo constituyen una interpretación: “Perspectivas”, “Abordajes” e “Incidencias hacia lo social”. Ellos articulan los artículos recopilados en su diversidad, por lo que Jonathan indica en su presentación: “Conviene recordar que uno de nuestros deberes como psicoanalistas pasa por reivindicar, de modo permanente, la libertad que emana de la lógica del no-todo”. De esta manera, este libro se propone como un no-todo sobre el concepto de lo real en Lacan. No es un saber enciclopédico sino son portes singulares que dieron vida a este proyecto y del que da cuenta el libro. Es más, podríamos decir que los textos dialogan entre sí y su lectura conjunta da un nueva textura a cada uno de ellos.

El primer apartado aborda lo real en forma conceptual. Gerardo Arenas enfatiza la brújula de la orientación por la singularidad y su afinidad con el real contingente. Y eso no es sin una indicación clínica: la de reconocer la dignidad que posee la locura singular que habita en cada uno de nosotros.

Por su parte, Sergio Larrieta examina lo real del nudo desde la perspectiva borromea, y dialoga así con el texto de Jonathan Rotstein que hace un exhaustivo recorrido por los seminarios de Lacan a través del trípode referente, estructura y negación, que también desemboca en la clínica borromea.

También Luis Salamone hace alusión, a través de dos viñetas clínicas, de lo real que se pone en juego en la estructura borromea, y cómo la poesía y las matemáticas son dos perspectivas para abordar lo real.

El texto de Vicente Palomera parte de una carta de Freud a Fliess para interrogarse qué hay en el goce que lleve al sujeto a hacer la experiencia de lo real. El caso Juanito le permite mostrar que la irrupción de goce que se vuelve intrusivo y lo angustia lo lleva un rechazo de ese goce en lo real. “Lo traumático para el sujeto, dice Vicente, no es la sexualidad como tal, sino el hecho de que ella se revela como un agujero en el saber.” En definitiva, la localización del goce y su nominación se hace a través del sinthome.

Estos desarrollos sobre la angustia dialogan con el texto de Gustavo Dessals, del apartado “Abordajes”, que examina la cuestión de la angustia y lo real retomando distintas expresiones: “presentimiento de lo real”, “presagio de lo real”, “presencia de lo real” y también señal en el que una parte de lo real queda excluido del sentido. Al examinar la relación al deseo del otro indica que “no podemos saber qué somos para el deseo del otro, y lo que es más angustiante: el otro tampoco lo sabe”. Afirma entonces que en la vida amorosa se necesita una dosis de opacidad en el otro para que el deseo se sostenga. Opacidad, podemos añadir, que estará en juego en la contingencia del encuentro.

Junto con el nuevo real señalado por Gleuza Salomon, el real sin ley de la última enseñanza de Lacan, que puntúa su emergencia contingente, desembocamos justamente en la contingencia del encuentro del amor en su dimensión real, por fuera de la dialéctica fálica, presentada por Silvia Tendlarz, por mí misma. Frente a la antinomia entre el amor y el goce, aparece la función inédita del amor que permite establecer una relación con el Otro, de esta manera, dice Jacques-Alain Miller, el amor es pensado a nivel de lo real de la pulsión. El amor suple el agujero de la ausencia de relación sexual en la medida en que funda la relación con el Otro con la ilusión de hacer Uno de Dos.

El real infranqueable es retomado por Hebe Tizio al examinar la relación entre el inconsciente, el cuerpo y lo real. Gabriela Sobral examina, por su parte, lo real de la madre estragante.

A partir de estos desarrollos se da un salto hacia el apartado “Incidencias para lo social” con el trabajo de Antonio Beneti sobre la extracción del kakon, objeto éxtimo, en los pasajes al acto homicidas y en escenarios de violencia generalizada contra los cuerpos de los individuos y lo social. La feminización del mundo junto al rechazo de lo femenino y lo real de su goce es examinado por Joaquín Caretti en el mundo contemporáneo. Para Ana Ruth Najles la feminización del mundo nombra la forclusión de la castración como un imposible. Ella se ocupa de examinar la relación del cuerpo con la imagen y del goce real que afecta a los cuerpo parlantes. Y, por su parte, Jorge Faraoni y Emilio Vaschetto toman la cuestión de la emergencia de lo heterogéneo en lo social y lo político y la emergencia de nuevas subjetividades centrándose en tres formas de emergencia del Otro: Otro de la ley, Otro que no existe y Otro que ex -siste al Otro. Esto se traduce en un pasaje de la interdicción a la democratización del goce, para concluir en el imperativo de goce del mundo contemporáneo. En cuanto a Carlos Varela examina lo real en el discurso pedagógico dando cuenta de las singularidades fantasmáticas que se ponen en juego en el discurso universitario y en el aprendizaje. De ahí que concluya que “ante lo real el sujeto nunca aprende lo suficiente, aunque navegue de curso en curso”.

Por último, Leonardo Gorostiza se centra en la clínica de las subjetividades que de un modo original las denomina “sin causa”, que responden al desorden de lo real. Subraya cómo al ascenso del discurso capitalista corresponda un “amor líquido” planteado por Bauman, que deja de lado simplemente “las cosas del amor” y una declinación de la transferencia “tradicional” propia de la ubicación del objeto causa del deseo en el campo del Otro. Y si la función de la causa está elidida también el falo lo está y estas elisiones nos orientan en la clínica de hoy. Efectos clínicos que se multiplican: el imperativo de una euforia perpetua, las melancolías ordinarias, ciertas formas de desidentificación que disuelven el lazo social, incluso la radicalización islámica, los sujetos sin arraigo y las subjetividades adictivas.

De esta manera, el libro parte de pensar el concepto de real a partir de la última enseñanza de Lacan, lo vincula luego con el amor, el cuerpo, la angustia y la maternidad, para tratar finalmente las consecuencias clínicas de este real sin ley en nuestra civilización. Sin duda es amplio pero no es ni conclusivo ni totalizador, es más bien, como lo señalamos al comienzo de esta presentación, un no-todo sobre lo rea, que produce en los lectores el deseo de seguir investigando este concepto central en la enseñanza de Lacan.